
Los beneficios del mindfulness
En el año 2002, la OMS definió que la salud de nuestros mayores debe medirse en términos de funcionalidad, para centrarse en las capacidades que aún conservan estas personas.
El mindfulness es una terapia que puede ayudar a las personas en edad avanzada. Los estudios publicados resaltan el efecto positivo en las capacidades cognitivas: memoria, fluidez verbal, cálculo, atención…
Otros estudios indican que tratamientos de este tipo ayudan a disminuir la segregación de cortisol, la hormona asociada al estrés, y a mantener la reserva cognitiva para impedir el avance de la demencia.
Destacan entre los beneficios psicológicos la capacidad que se desarrolla para generar mayor amabilidad hacia sí mismos y hacia los demás, así como la mejora en el estado de ánimo, la tolerancia y la paciencia.
El mindfulness es una práctica que deriva de la meditación y ofrece beneficios a nivel mental y social a todas las personas, pero en el caso de los mayores se hace especialmente aconsejable porque brinda herramientas suficientes para elevar la autoestima, la fuerza interior y la confianza.
Las personas que practican mindfulness se benefician de cambios en su cerebro, conectan más con el presente, sienten mayor paz mental, duermen mejor y muestran menor irritabilidad.
A nivel físico y de enfermedades, se previene la hipertensión arterial además de reducir los episodios de estrés, favorecen la conciliación del sueño y los ataques de dolor crónico.
Gracias al mindfulness y las técnicas de meditación, nuestros mayores se pueden sentir más vivos, menos solitarios y con mayor sensación de bienestar.